Pico del Aguila!!!
Rappel en Piedra del Águila.
Sábado 19 de mayo de 2012.
Por: Rebeca García Román
Fotografia: Roberto Calderon Hernandez
Una
salida algo inesperada pero muy prometedora, un rappel de 150 metros y una
cuerda por estrenar. Motivos suficientes para dirigirnos rumbo a ciudad
Mendoza, Ver. donde nos encontraríamos con Carlos, Julio y Fernando, integrantes
de Mountain Sports México. Desde el puerto de Veracruz, Roberto (“Pachi”)
Calderón y desde Xalapa Rodrigo Álvarez y yo, Rebeca García (Becky). Nuestro
punto de reunión fue en el AU de ciudad Mendoza a las 11 a.m. para seguir desde
ahí hacia la comunidad de Palo Verde a orillas del cañon de la carbonera. Caminamos
a partir de allí hasta la famosa piedra del águila, situada dentro del cañon en
el parque Nacional Cañon del Río Blanco. A través de un sendero bastante
accesible, recorrimos una ruta panorámica con una vista espectacular de este imponente
cañon. Fotos aquí, fotos más allá y una lente incansable en manos de un
fotógrafo que no paraba de enfocar. Finalmente llegamos a la piedra del águila,
que en su cima alberga un árbol muy intrépido que no le teme a las alturas, y
que podría servir de inspiración para aquellos que bajo viento incesante no
dejan de mantenerse en pie. Estando aquí, tres turistas curiosos se acercaron
para compartir y disfrutar de la hermosa vista que nos rodeaba. Lo que llamó mi
atención de los turistas, fue que una chica llevaba calzado de alta montaña
nunca antes visto: zapatillas de plataforma de 15 cm !!!! eso si es deporte
extremo !!! jejejeje.
Después de disfrazarnos de rappeleros… y después de muchos, pero muchos intercambios de técnicas de anclajes entre mis expertos compañeros; se colocó la cuerda de 9 mm de aproximadamente 150 metros continuos de longitud.
Mientras instalaban la cuerda no podían faltar los
famosos chistes de Rodrigo que nos ayudaron a disipar algo de miedillo
jijijijij. Lista la cuerda, todos nos peleábamos por ser el primero en bajar
jajajajaj, pero Julio sucumbió ante la emoción y bajó en primer lugar,
utilizando la mundialmente conocida técnica del ”vampirito”: de repente estaba
y después ya no… jejejeje. Una vez sobre la cuerda y con un descenso muy
pausado, Julio se veía cada vez más pequeñito, lo que auguraba que el rappel superaría
los 150 metros de caída libre. Ya casi en la parte final, perdimos de vista a
Julio ya que la maleza impedía ver su trayecto. Abriendo brecha literalmente,
Julio llegó hasta suelo firme no sin antes pelear varios rounds con magueyes y
arbustos espinosos. Inesperadamente, dos silbatazos que equivalían a un
libreeeeee !!! ni modo, el que sigue…. Jejejeje. Rodrigo fue el segundo valiente
en bajar, imitando a Julio ocupó la misma técnica del vampirito volador, pero
en esta ocasión con un sonido algo extraño que se oyó como un hiiipp !!! no, no
se resbaló, es que así baja él… jejejeje. Después, -la que sigue !!, gritó
Carlos, -hay nanita !!! pensé, ni modo la que con espeleólogos anda a rappelear
se enseña jejejeje. Sin menospreciar mi técnica y no intimidándome por mis
compañeros que me antecedieron en bajar, utilicé las técnicas del pandita,
pecho tierra, uñas y dientes, rodillas sangrantes y toda cuanta técnica
novedosa se me ocurría por explorar. Ya sobre la cuerda el miedo desapareció y
admiré la majestuosa vista que muy pocos tienen la oportunidad de disfrutar.
Recordé también lo que dijo el salmista: los cielos cuentan la gloria de dios,
y el firmamento anuncia la obra de sus manos. No hay palabras que describan lo
que sentí, pero me vi tan pequeñita, tan frágil, tan solo un ser humano ante la
imponente naturaleza.
Continué
bajando, pero tuve que alimentar la cuerda cada metro con mayor dificultad, y
ante la posibilidad de que mi brazo no soportara el desgaste decidí quitar el
reenvío de mi mosquetón para poder avanzar. Solo así logré bajar sin tanto
esfuerzo pero no imaginé lo que estaba por venir: más de 50 metros de magueyes
pulqueros y arbustos con espinas que me poncharon las de silicón jejejejje. Pero
finalmente llegué al suelo y vi que la cuerda se acababa y aún había pendiente por
recorrer, pero allí abajo estaban esperándome Julio y Rodrigo para compartir la
emoción. Después de mí bajó Fernando y cuando llegó abajo estaba muy emocionado
por haber encontrado entre los magueyes un croll, cordino y mosquetón !!! que
según por el tipo de modelo ya debía tener más de 5 años allí. Estando los
primeros 4 abajo y con el pronóstico de lluvia, Fernando, Rodrigo y yo
decidimos comenzar a subir y encontrarnos más adelante en el camino. Sin
embargo, nos dispusimos a dar un recorrido mayor por las riveras del río,
subiendo y bajando entre la maleza, caminando hacia un lado, regresando hacia
el otro, deteniéndonos a vernos las caras de angustia, pero no nos perdimos,
solo dimos un paseo largo jejeje. Con alegría escuchamos el silbatazo de Julio
que venía con Pachi, nos contaron que también dieron un paseo largo jajaja. Una
vez ahí, Julio regresó para ayudar a Carlos a desmontar la cuerda quedando como
punto de reunión la iglesia de la comunidad de Palo Verde. En el camino
intercambiamos impresiones de que la caída libre del rappel no superaba los 80
metros, pero la cuerda de 150 metros si se recorrió por completo hasta la
pendiente, lo que nos hacía suponer que hasta el suelo completamente horizontal
habría quizá más de 170 metros. Sin embargo son aproximaciones, valdría la pena
regresar para estimar con exactitud el rappel. Regresamos a ciudad Mendoza
aproximadamente a las 7 p.m. y con un hambre de perros que medio logramos
saciar.
Participantes
Julio Ramsés Pérez
Sánchez-Mountain Sports México
Carlos Cabrera Carmona-Mountain
Sports México
Fernando Escoffi
Gasperin-Mountain Sports México
Roberto
Calderón Hernández- CEMAC Veracruz
Rodrigo
Álvarez Rangel- CEMAC Xalapa
Rebeca
García Román- CEMAC Veracruz
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